viernes, 19 de febrero de 2010
ANIVERSARIO DEL TRIPLE CRIMEN DE GRAL. RODRIGUEZ
Julio César Pose es uno de los personajes centrales en torno al triple crimen de General Rodríguez. Fue una especie de "negociador de deudas" del asesinado Sebastián Forza y uno de los que más conoció su entorno durante los meses previos a su muerte. Pero es también un cabal conocedor de asuntos sensibles como operaciones internacionales en curso contra el narcotráfico y el terrorismo vinculado a la organización chiíta libanesa Hizballah. Es dable mencionar que oportunamente este periodista mantuvo una reunión con Horacio Calderón a efectos de que este pudiera dar a Periódico Tribuna un dictamen sobre el grado de valoración de Julio Pose. Este especialista en seguimiento y monitoreo de actividades criminales y su convergencia con organizaciones extremistas y terroristas (1) manifestó a Tribuna que solamente un persona con altísimo conocimiento en tales redes, podría habernos aportado por adelantado acciones en progreso que culminaron con el procesamiento y condena de un conspicuo narcotraficante, como es el caso de Faruk Omairi, detenido y condenado en las cortes brasileñas. Agrega asimismo Horacio Calderón que el perfil y el modus operandi de la fuente, es decir Julio Posse, coinciden con los que son propios del tipo de agente que revistan dentro de escalafones secretos especiales, cuya situación de revista es más difícil de constatar, sobre todo si hay problemas para su organismo. Por sus conocimientos, Julio Posse muy probablemente esté al servicio de algún organismo de lucha contra el narcotráfico nacional o extranjero, dijo Calderón, que se inclina a pensar en la última posibilidad, que ofrece mayores resguardos a sus agentes secretos. Con respecto al anticipo dado en exclusiva por Julio Posse a Tribuna y Horacio Calderón, investigado por este último hasta sus últimas consecuencias, sobre el caso Faruk Omairi, luego condenado a 11 años y 9 meses de cárcel en Brasil, esta noticia se convirtió en una primicia mundial exclusiva compartida entre nuestra publicación, HoracioCalderon.com (2) e incluso de La Nación (3), único medio gráfico que compartió de manera secreta tal novedad hasta que fue ratificada por contactos a altísimo nivel en Brasil. Debe aclararse que Pose nos ha relevado del derecho constitucional sobre el derecho a preservar el secreto de la fuentes; de lo contrario esta nota hubiera sido pura especulación.En primera persona Aunque Julio Pose es sindicado por los medios como un testigo clave en el marco del triple crimen de General Rodríguez, odia dar entrevistas periodísticas y oculta su rostro a las cámaras. Este periodista se encontró con él hace pocos días en una confitería del microcentro y allí el testigo se despachó sobre algunas cuestiones que aún no habían sido analizadas en torno a la muerte de los jóvenes empresarios. -¿En que circunstancias conoció a Sebastián Forza? -Lo conocí en el año 2007, allá por octubre, me lo presentó Martín Magallanes, en el hotel Libertador de Córdoba y Maipú. Estaba tomando un café, llegué e intercambiamos radios. Me llamó como al mes diciéndome que tenía problemas con su empresa, que probablemente iba a entrar en convocatoria de acreedores. Me dijo que tenía tres acreedores muy difíciles. -¿Se puede saber quiénes eran? -Sí, en primera medida era un tal Cali, de quien no puedo recordar el nombre, un tal Marcelo Abasto, que reclamaba una cifra cercana a los dos millones de pesos, y por ultimo me habló de Esteban Pérez Corradi, al cual le debía muchísimo dinero y quien, a diferencia de los otros dos, había estado asociado a Sebastián en la compra y venta de medicamentos. -¿Medicamentos adulterados? -No lo sé, lo que sí puedo decir es lo siguiente: Pérez Corradi aportaba el capital, ponía el dinero, y Sebastián hacía lo suyo. Un medicamento que costaba, vamos a decir una cifra hipotética, cinco mil pesos, él lo conseguía en mil. Él conseguía medicamentos en grandes cantidades y después los distribuía a las droguerías, las cuales a su vez abastecían a pacientes, de los cuales se recibían cheques a 30, 60 o 90 días, incluso 120. Puede ser Osba, Prensa y otras obras sociales que necesitaban esos medicamentos, siempre a tras droguerías. Eso significa que, si usted paga mil pesos por un medicamento de alta gama y después usted lo vende a nueve mil, diez mil pesos. Fíjese la diferencia que gana, no importa el tiempo que espere. -¿Esto fue en la famosa oficina de Pasaje King? -Sí, fue allí, y de acuerdo a la asociación que existía con Pérez Corradi, según Sebastián Forza, la sociedad de ellos terminó porque Sebastián le reclamó no sé que historia, o descubrió no sé qué cosa en la que Pérez Corradi andaba. Lo cierto es que le pide que se retire de la oficina y se inicia una discusión, de la cual son testigos los empleados que trabajaban con él, y no sé hasta dónde no sabe la esposa de Forza. -¿Por qué no hablan los empleados si fueron testigos? Yo creo que hay más de un empleado que sabe mucho más que yo. Hay muchos empleados que compartieron muchas cosas con Forza hasta cuarenta días antes de su muerte y no hablan. Esos empleados compartieron inclusive muchas cosas, que son mucho mejor testigos que Julio Pose. -Lejos de decir todas estas verdades, algunos empleados salieron a ensuciar más a Forza, como Pablo Florentín Pablo Florentín es un vecino de Sebastián Forza. La verdad, yo lo conocí a través de Sebastián y hemos ido en diferentes oportunidades a tomar café y a divertirnos. Nunca me dijeron que Pablo Florentín había comprado alguna droguería en nombre de Forza. Sí se que un ex empleado de Forza le presentó a este la oportunidad de comprar la droguería de la que se habla en alrededor 80 mil pesos. Habría que preguntarle a este, porque sería un buen testigo y no entiendo por qué no lo llaman a declarar ¿Será que tiene miedo? Bueno, Julio Pose también tiene miedo y sin embargo se la banca. (Con bronca) pero hay muchos otros que tienen mucho más para aportar que yo y no los llaman ¿Por qué? Yo estuve distanciado de Sebastián Forza durante casi 60 días. Y en esos 60 días yo no puedo hablar de la vida Forza. Los que pueden hablar son otros, como el Dr. Héctor Ramírez que le llevaba la quiebra a Forza, puede hablar de él, los empleados también, incluso la viuda. ¿Por qué tiene que ser Pose el mejor testigo? ¿Por qué intentaba arreglar diversas situaciones que involucraban a Forza? -Al haber sido designado por Forza para negociar sus deudas, estuvo frente a sus acreedores: Abasto, Pérez Corradi y otros ¿Qué hablaba con ellos? ¿Qué sensación le dio esta gente? Buena pregunta, se lo voy a enumerar. La primera reunión que logro es con Marcelo Abasto. Después de que este le pusiera cobradores bastante agresivos, que hacían sufrir a Forza y a su esposa —incluso a sus empleados— con llamadas muy agresivas. Por eso Forza denuncia en una fiscalía estas amenazas. Si usted me pregunta a mí quién fue el más agresivo de los acreedores, yo le tengo que decir que fue Abasto. Yo los reuní en el Hotel Hilton de Puerto Madero. Estuvieron una hora y media hablando. Uno decía que Forza le debía, el otro decía que no debía nada. Sacaban fotocopias de acá de allá. Todo radicaba y se trataba de medicamentos. Nunca se habló de efedrina o préstamos de dinero. Era por compra de medicamentos o cheques rebotados. En definitiva, todo parecía haberse arreglado, por lo menos en ese momento. -¿Y Pérez Corradi? -Me costó ubicarlo, ya que se encontraba de vacaciones. En una de esas me atiende y me dice "cuando yo esté por Buenos Aires hablamos". Evidentemente el hombre cuando estuvo en Buenos Aires me llamó y nos juntamos de vuelta en el Hotel Hilton. -¿Por qué el Hotel Hilton siempre? Por que el hotel Hilton tiene filmaciones, tiene seguridades, está apartado. Yo soy un desconfiado y estaba cumpliendo una función con gente que no conocía. Entonces Pérez Corradi me enumera las situaciones de ellos y le pregunto si pueden tener una reunión entre los dos para aclarar la situación entre los dos y tratar de que Sebastián, si le debe, le pague. Esa reunión después de dos o tres días en un bar que queda frente a Plaza San Martín, no recuerdo el nombre. En fin, otra vez lo mismo. Pérez Corradi le reclamaba dinero a Forza, Forza decía que le iba a pagar, etc. Eran sumas que para mí eran llamativas: dos, tres, cuatro millones. Y todos venían con fotocopias, no venían con cuentos de "me debés tanto". Forza reconocía algunas cosas y otras no. En todos los casos se retiraban bien y con negocios a futuro. -Frente a la elocuencia de estas amenazas ¿por qué la Justicia aún no llamó a declarar a ninguno de estos? La verdad que no sé por qué. Lo que sí puedo decir es sobre el tercer acreedor, Cali. Ese señor Cali fue sumamente agresivo con Forza junto a otras personas más en las oficinas de Sebastián. Yo lo enfrenté a este señor y se arrepintió de lo que había hecho. Llamó a Sebastián y se puso de acuerdo con él y creo —si no estoy equivocado, y hay otros testigos, como el señor Álvarez, que puede dar fe— de que se siguieron comunicando por teléfono. Y quiero que conste también que por esas reuniones yo cobré mis honorarios -¿Por qué se habla de la efedrina y no de los medicamentos adulterados? -La verdad que el tema de la efedrina está relacionado íntimamente al tema de los medicamentos adulterados, robados y de otro tipo. Eso hay que investigar. -¿Por qué el Dr. Ramírez dijo que no daba fe de sus dichos? -Yo escuché lo que le preguntó Mauro Viale (Pose dijo que las muertes están esclarecidas y sólo tiene que actuar la Justicia) y Ramírez dijo que eso corría por mi cuenta. En definitiva, escuchando después la nota, todo lo que dijo fue lo mismo que dije yo. Y lo que digo yo hoy lo dicen todos, incluso la viuda Solange Bellone, quien dijo que el tema está prácticamente esclarecido y que sólo falta un juez que se haga cargo. Ahora, si el Dr. Ramírez me está descalificando por algún motivo en particular, lo desconozco. Me sorprende de él porque lo consideraba un amigo de Sebastián Forza. -El tema es que Ramírez no es un abogado más de la causa, sino que está involucrado en la compra-venta de farmacias y hasta podría ser un testaferro de estos negocios. Yo no lo creo, sí sé que era amigo de Sebastián y le llevaba el tema de la quiebra. Ramírez lo sufrió mucho a Sebastián y lo sufre, porque era un pibe querible. Es una pérdida lamentable, la de él y la de otros muchachos, sobre todo por la forma en que los mataron. Ahora, yo quiero preguntar a toda esta gente que está investigando, sé que la policía, los gendarmes, la Secretaría de Inteligencia está trabajando muy bien, entonces yo me pregunto ¿por que solamente los mexicanos? me pregunto sobre la banda de Martínez Espinosa ¿Por qué arruinar un negocio millonario en la Argentina sacrificando la vida de tres personas que le podían ser útiles? ¿Por qué? -Por 25 mil pesos... Los 25 mil pesos eran parte de un faltante que debían pagar. Eso lo puede explicar muy bien el Sr. Pablo Florentín, yo no lo puedo explicar porque estuve separado de todo. Ahora ¿se puede ser tan idiota? ¿Traficantes de alta gama, del cartel de Sinaloa, que arruinen un negocio en latinoamérica? No lo creo tan idiota a Martínez Espinosa. Disculpe el término, pero estoy fastidiado de que me pongan el mote de testigo clave, cuando hay otros testigos que, no sé por qué los querellantes no los llevan a declarar, como por ejemplo ex empleados. Que digan la verdad, que no se excusen en que están siendo amenazados. A mí también me amenazaron, cruzándome un coche y me dijeron que me deje de molestar. -Finalmente, ¿por qué a usted se lo vincula a los servicios de Inteligencia y la DEA? Yo trabajé con los servicios de Inteligencia hasta 2003 y, por ende, desde muchos años tuve que hacer operaciones bajo las órdenes del fallecido Alejandro Brousson y no quiero hacer de esto una historia. Mi pasado es mi pasado y, con respecto a la DEA, se lo voy a dejar muy claro, hasta 2003 yo colaboré con ellos y me quedó esa relación. Póngalo como "inorgánico" u "orgánico", no me interesa. -Muchas gracias, Julio. -Gracias a usted.
Christian Sanz Julio César Pose es uno de los personajes centrales en torno al triple crimen de General Rodríguez. Fue una especie de "negociador de deudas" del asesinado Sebastián Forza y uno de los que más conoció su entorno durante los meses previos a su muerte. Pero es también un cabal conocedor de asuntos sensibles como operaciones internacionales en curso contra el narcotráfico y el terrorismo vinculado a la organización chiíta libanesa Hizballah. Es dable mencionar que oportunamente este periodista mantuvo una reunión con Horacio Calderón a efectos de que este pudiera dar a Periódico Tribuna un dictamen sobre el grado de valoración de Julio Pose. Este especialista en seguimiento y monitoreo de actividades criminales y su convergencia con organizaciones extremistas y terroristas (1) manifestó a Tribuna que solamente un persona con altísimo conocimiento en tales redes, podría habernos aportado por adelantado acciones en progreso que culminaron con el procesamiento y condena de un conspicuo narcotraficante, como es el caso de Faruk Omairi, detenido y condenado en las cortes brasileñas. Agrega asimismo Horacio Calderón que el perfil y el modus operandi de la fuente, es decir Julio Posse, coinciden con los que son propios del tipo de agente que revistan dentro de escalafones secretos especiales, cuya situación de revista es más difícil de constatar, sobre todo si hay problemas para su organismo. Por sus conocimientos, Julio Posse muy probablemente esté al servicio de algún organismo de lucha contra el narcotráfico nacional o extranjero, dijo Calderón, que se inclina a pensar en la última posibilidad, que ofrece mayores resguardos a sus agentes secretos. Con respecto al anticipo dado en exclusiva por Julio Posse a Tribuna y Horacio Calderón, investigado por este último hasta sus últimas consecuencias, sobre el caso Faruk Omairi, luego condenado a 11 años y 9 meses de cárcel en Brasil, esta noticia se convirtió en una primicia mundial exclusiva compartida entre nuestra publicación, HoracioCalderon.com (2) e incluso de La Nación (3), único medio gráfico que compartió de manera secreta tal novedad hasta que fue ratificada por contactos a altísimo nivel en Brasil. Debe aclararse que Pose nos ha relevado del derecho constitucional sobre el derecho a preservar el secreto de la fuentes; de lo contrario esta nota hubiera sido pura especulación.En primera persona Aunque Julio Pose es sindicado por los medios como un testigo clave en el marco del triple crimen de General Rodríguez, odia dar entrevistas periodísticas y oculta su rostro a las cámaras. Este periodista se encontró con él hace pocos días en una confitería del microcentro y allí el testigo se despachó sobre algunas cuestiones que aún no habían sido analizadas en torno a la muerte de los jóvenes empresarios. -¿En que circunstancias conoció a Sebastián Forza? -Lo conocí en el año 2007, allá por octubre, me lo presentó Martín Magallanes, en el hotel Libertador de Córdoba y Maipú. Estaba tomando un café, llegué e intercambiamos radios. Me llamó como al mes diciéndome que tenía problemas con su empresa, que probablemente iba a entrar en convocatoria de acreedores. Me dijo que tenía tres acreedores muy difíciles. -¿Se puede saber quiénes eran? -Sí, en primera medida era un tal Cali, de quien no puedo recordar el nombre, un tal Marcelo Abasto, que reclamaba una cifra cercana a los dos millones de pesos, y por ultimo me habló de Esteban Pérez Corradi, al cual le debía muchísimo dinero y quien, a diferencia de los otros dos, había estado asociado a Sebastián en la compra y venta de medicamentos. -¿Medicamentos adulterados? -No lo sé, lo que sí puedo decir es lo siguiente: Pérez Corradi aportaba el capital, ponía el dinero, y Sebastián hacía lo suyo. Un medicamento que costaba, vamos a decir una cifra hipotética, cinco mil pesos, él lo conseguía en mil. Él conseguía medicamentos en grandes cantidades y después los distribuía a las droguerías, las cuales a su vez abastecían a pacientes, de los cuales se recibían cheques a 30, 60 o 90 días, incluso 120. Puede ser Osba, Prensa y otras obras sociales que necesitaban esos medicamentos, siempre a tras droguerías. Eso significa que, si usted paga mil pesos por un medicamento de alta gama y después usted lo vende a nueve mil, diez mil pesos. Fíjese la diferencia que gana, no importa el tiempo que espere. -¿Esto fue en la famosa oficina de Pasaje King? -Sí, fue allí, y de acuerdo a la asociación que existía con Pérez Corradi, según Sebastián Forza, la sociedad de ellos terminó porque Sebastián le reclamó no sé que historia, o descubrió no sé qué cosa en la que Pérez Corradi andaba. Lo cierto es que le pide que se retire de la oficina y se inicia una discusión, de la cual son testigos los empleados que trabajaban con él, y no sé hasta dónde no sabe la esposa de Forza. -¿Por qué no hablan los empleados si fueron testigos? Yo creo que hay más de un empleado que sabe mucho más que yo. Hay muchos empleados que compartieron muchas cosas con Forza hasta cuarenta días antes de su muerte y no hablan. Esos empleados compartieron inclusive muchas cosas, que son mucho mejor testigos que Julio Pose. -Lejos de decir todas estas verdades, algunos empleados salieron a ensuciar más a Forza, como Pablo Florentín Pablo Florentín es un vecino de Sebastián Forza. La verdad, yo lo conocí a través de Sebastián y hemos ido en diferentes oportunidades a tomar café y a divertirnos. Nunca me dijeron que Pablo Florentín había comprado alguna droguería en nombre de Forza. Sí se que un ex empleado de Forza le presentó a este la oportunidad de comprar la droguería de la que se habla en alrededor 80 mil pesos. Habría que preguntarle a este, porque sería un buen testigo y no entiendo por qué no lo llaman a declarar ¿Será que tiene miedo? Bueno, Julio Pose también tiene miedo y sin embargo se la banca. (Con bronca) pero hay muchos otros que tienen mucho más para aportar que yo y no los llaman ¿Por qué? Yo estuve distanciado de Sebastián Forza durante casi 60 días. Y en esos 60 días yo no puedo hablar de la vida Forza. Los que pueden hablar son otros, como el Dr. Héctor Ramírez que le llevaba la quiebra a Forza, puede hablar de él, los empleados también, incluso la viuda. ¿Por qué tiene que ser Pose el mejor testigo? ¿Por qué intentaba arreglar diversas situaciones que involucraban a Forza? -Al haber sido designado por Forza para negociar sus deudas, estuvo frente a sus acreedores: Abasto, Pérez Corradi y otros ¿Qué hablaba con ellos? ¿Qué sensación le dio esta gente? Buena pregunta, se lo voy a enumerar. La primera reunión que logro es con Marcelo Abasto. Después de que este le pusiera cobradores bastante agresivos, que hacían sufrir a Forza y a su esposa —incluso a sus empleados— con llamadas muy agresivas. Por eso Forza denuncia en una fiscalía estas amenazas. Si usted me pregunta a mí quién fue el más agresivo de los acreedores, yo le tengo que decir que fue Abasto. Yo los reuní en el Hotel Hilton de Puerto Madero. Estuvieron una hora y media hablando. Uno decía que Forza le debía, el otro decía que no debía nada. Sacaban fotocopias de acá de allá. Todo radicaba y se trataba de medicamentos. Nunca se habló de efedrina o préstamos de dinero. Era por compra de medicamentos o cheques rebotados. En definitiva, todo parecía haberse arreglado, por lo menos en ese momento. -¿Y Pérez Corradi? -Me costó ubicarlo, ya que se encontraba de vacaciones. En una de esas me atiende y me dice "cuando yo esté por Buenos Aires hablamos". Evidentemente el hombre cuando estuvo en Buenos Aires me llamó y nos juntamos de vuelta en el Hotel Hilton. -¿Por qué el Hotel Hilton siempre? Por que el hotel Hilton tiene filmaciones, tiene seguridades, está apartado. Yo soy un desconfiado y estaba cumpliendo una función con gente que no conocía. Entonces Pérez Corradi me enumera las situaciones de ellos y le pregunto si pueden tener una reunión entre los dos para aclarar la situación entre los dos y tratar de que Sebastián, si le debe, le pague. Esa reunión después de dos o tres días en un bar que queda frente a Plaza San Martín, no recuerdo el nombre. En fin, otra vez lo mismo. Pérez Corradi le reclamaba dinero a Forza, Forza decía que le iba a pagar, etc. Eran sumas que para mí eran llamativas: dos, tres, cuatro millones. Y todos venían con fotocopias, no venían con cuentos de "me debés tanto". Forza reconocía algunas cosas y otras no. En todos los casos se retiraban bien y con negocios a futuro. -Frente a la elocuencia de estas amenazas ¿por qué la Justicia aún no llamó a declarar a ninguno de estos? La verdad que no sé por qué. Lo que sí puedo decir es sobre el tercer acreedor, Cali. Ese señor Cali fue sumamente agresivo con Forza junto a otras personas más en las oficinas de Sebastián. Yo lo enfrenté a este señor y se arrepintió de lo que había hecho. Llamó a Sebastián y se puso de acuerdo con él y creo —si no estoy equivocado, y hay otros testigos, como el señor Álvarez, que puede dar fe— de que se siguieron comunicando por teléfono. Y quiero que conste también que por esas reuniones yo cobré mis honorarios -¿Por qué se habla de la efedrina y no de los medicamentos adulterados? -La verdad que el tema de la efedrina está relacionado íntimamente al tema de los medicamentos adulterados, robados y de otro tipo. Eso hay que investigar. -¿Por qué el Dr. Ramírez dijo que no daba fe de sus dichos? -Yo escuché lo que le preguntó Mauro Viale (Pose dijo que las muertes están esclarecidas y sólo tiene que actuar la Justicia) y Ramírez dijo que eso corría por mi cuenta. En definitiva, escuchando después la nota, todo lo que dijo fue lo mismo que dije yo. Y lo que digo yo hoy lo dicen todos, incluso la viuda Solange Bellone, quien dijo que el tema está prácticamente esclarecido y que sólo falta un juez que se haga cargo. Ahora, si el Dr. Ramírez me está descalificando por algún motivo en particular, lo desconozco. Me sorprende de él porque lo consideraba un amigo de Sebastián Forza. -El tema es que Ramírez no es un abogado más de la causa, sino que está involucrado en la compra-venta de farmacias y hasta podría ser un testaferro de estos negocios. Yo no lo creo, sí sé que era amigo de Sebastián y le llevaba el tema de la quiebra. Ramírez lo sufrió mucho a Sebastián y lo sufre, porque era un pibe querible. Es una pérdida lamentable, la de él y la de otros muchachos, sobre todo por la forma en que los mataron. Ahora, yo quiero preguntar a toda esta gente que está investigando, sé que la policía, los gendarmes, la Secretaría de Inteligencia está trabajando muy bien, entonces yo me pregunto ¿por que solamente los mexicanos? me pregunto sobre la banda de Martínez Espinosa ¿Por qué arruinar un negocio millonario en la Argentina sacrificando la vida de tres personas que le podían ser útiles? ¿Por qué? -Por 25 mil pesos... Los 25 mil pesos eran parte de un faltante que debían pagar. Eso lo puede explicar muy bien el Sr. Pablo Florentín, yo no lo puedo explicar porque estuve separado de todo. Ahora ¿se puede ser tan idiota? ¿Traficantes de alta gama, del cartel de Sinaloa, que arruinen un negocio en latinoamérica? No lo creo tan idiota a Martínez Espinosa. Disculpe el término, pero estoy fastidiado de que me pongan el mote de testigo clave, cuando hay otros testigos que, no sé por qué los querellantes no los llevan a declarar, como por ejemplo ex empleados. Que digan la verdad, que no se excusen en que están siendo amenazados. A mí también me amenazaron, cruzándome un coche y me dijeron que me deje de molestar. -Finalmente, ¿por qué a usted se lo vincula a los servicios de Inteligencia y la DEA? Yo trabajé con los servicios de Inteligencia hasta 2003 y, por ende, desde muchos años tuve que hacer operaciones bajo las órdenes del fallecido Alejandro Brousson y no quiero hacer de esto una historia. Mi pasado es mi pasado y, con respecto a la DEA, se lo voy a dejar muy claro, hasta 2003 yo colaboré con ellos y me quedó esa relación. Póngalo como "inorgánico" u "orgánico", no me interesa. -Muchas gracias, Julio. -Gracias a usted.
Christian Sanz
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