Por: Daniel Santoro (publicado en Clarín el miércoles 28 de octubre de 2009)
Como las muñecas rusas, cuando se profundiza más la investigación judicial de la mafia de los medicamentos aparece adentro otro caso. Esta vez más, se encontraron más vínculos financieros con el Triple Crimen de General Rodríguez.
Esta vez se trata de un supuesto acuerdo entre el dueño de la droguería San Javier, Néstor Lorenzo, y el empresario Ibar Esteban Pérez Corradi, investigado por el fiscal de Mercedes Juan Ignacio Bidone por el asesinato de Sebastián Forza y sus dos socios.
El supuesto documento, que Clarín adelantó ayer en exclusiva (ver facsímil) podría ser el motivo de las nuevas amenazas a Ocaña y trata de un préstamo de Pérez Corradi, investigado por la DEA, a Lorenzo por cheques de la obra social bancaria por un total de 3.184.110 pesos. Además, parte de este y otros acuerdos entre ambos empresarios incluían cheques de Forza, que en los últimos meses de su vida eran difíciles de cobrar.
El documento, que el senador provincial y aliado de Ocaña, Santiago Nardelli, entregará mañana al juez federal Norberto Oyaribe, no especifica cuánto es el préstamo que Pérez Corradi dio a Lorenzo, el principal sospechoso en la causa por la mafia de los medicamentos, pero por el monto en juego habría sido una cifra millonaria.
Pero la pregunta obvia es: ¿estaba Pérez Corradi en condiciones de prestar una cifra millonaria?
Por un lado, Lorenzo manejaba la cooperativa de vivienda Vernet, una fachada para ocultar una "cueva financiera" por donde pasaba plata negra del sindicalismo y la política. Testaferros y conocidos de Lorenzo pusieron en total unos 700 mil pesos a la campaña de Cristina Kirchner en el 2007.
Pero el entramado de contactos no termina allí. Por otro lado, Pérez Corradi manejaba el laboratorio mayorista Odín Concept y la constructora C&C Building. En esta última figura como director Jorge Adrián Cabrea. Y este es socio de Martín Lanatta, otro de los investigados desde hace 9 meses por el fiscal Bidone en el Triple Crimen, en la farmacéutica Elvesta Argentina, que está habilitada por vender medicamentos por el ministerio de Salud y el ANMAT.
Si se siguen sacando muñecas rusas, Lanatta es la misma persona que hizo gestiones informales para que Forza y Pérez Corradi obtuvieran rápidamente permisos para tener y portar armas del Registro Nacional de Armas (RENAR). El RENAR lo maneja Andrés Meiszner, hijo del ex presidente de Quilmes y aliado del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. El 9 de octubre pasado, luego de una consulta de este diario, Meiszner dio de baja a Lanatta como legítimo poseedor de armas e instructor de tiro por una investigación del titular de la Unidad Fiscal del RENAR, Jorge Di Lelo, y porque el fiscal de Mercedes lo tiene en la mira, junto a otros miembros del entorno de Forza, por el Triple Crimen. Meiszner y Fernández negaron conocer a Lanatta.
En las próximas semanas, el fiscal Bidone y el juez Oyarbide profundizarán sus investigaciones y las muñecas rusas probablemente vuelvan a encajar.
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